Las externalidades


Las externalidades se producen cuando algún agente económico toma decisiones sin que recaigan todos los efectos, costes y beneficios, sobre él.

¿ Qué son las externalidades?

Las externalidades, o efectos externos, son los efectos que se producen cuando algún agente económico toma decisiones sin que recaigan sobre él todos los costes o beneficios de la decisión, sino que alguno de estos costes o beneficios recae sobre un tercero que no participa en la decisión.

¿Por qué son importantes las externalidades?

Porque son un caso claro en el que se produce un fallo de mercado. El mercado falla porque, dado que la persona que toma la decisión no tiene en cuenta los efectos que tendría sobre terceros, existe una situación de ineficiencia. Los precios, y por tanto las cantidades, no reflejan todos los costes y beneficios. Debido a ello habría beneficios de que se tuviese en cuenta el efecto sobre terceras personas. Podría salir alguien beneficiado sin perjudicar a nadie, lo que en economía se denomina ineficiencia en el sentido de Pareto.

¿Qué tipos de externalidades existen?

Existen dos clasificaciones fundamentales. La primera las clasifica en función de qué tipo de decisión se trate en externalidades de la producción y externalidades del consumo. En las externalidades de la producción, el productor toma la decisión de cuánto producir sin tener en cuenta algunos costes o beneficios que no le afectan a él. En las externalidades del consumo, el consumidor no tiene en cuenta que algunos beneficios o perjuicios de su decisión recaerán sobre otros.

Una segunda clasificación las clasifica en función de si los efectos son positivos o negativos para la tercera persona, que no toma la decisión pero se ve afectada por alguno de los efectos de la decisión. Así, hablaremos de externalidades positivas cuando esa tercera persona se vea beneficiada y  de externalidades negativas cuando se vea perjudicada.

Teniendo en cuenta ambas clasificaciones, diremos que existen externalidades positivas del consumo, externalidades negativas del consumo, externalidades positivas de la producción y externalidades negativas de la producción.

Pongamos algunos ejemplos. La vacunación produce externalidades positivas en el consumo porque, aunque no lo tenga en cuenta cuando se vacune, quien se vacuna y no contrae la enfermedad no se la contagiará a otras personas que se verán beneficiadas sin haber participado en la decisión. Un ejemplo de externalidad negativa en el consumo es la congestión del tráfico. Cada conductor que introduce su vehículo  en una vía congestionada tiene en cuenta sus propios beneficios y perjuicios, pero no el perjuicio que sufren los usuarios de esa vía congestionada. Los otros usuarios no participan de su decisión de entrar pero sufren las consecuencias, ya que con cada vehículo que entra se incrementa la congestión. Un ejemplo de externalidad positiva de la producción es la colocación de colmenas. La colocación de colmenas la decide el apicultor en función de sus propios costes y beneficios. Sin embargo, aunque el apicultor no perciba ningún beneficio en este sentido, está beneficiando a los productores de árboles frutales, que se benefician debido al importante papel de las abejas en la polinización de los frutales. Un ejemplo de externalidad negativa de la producción, quizá el más famoso, es la contaminación que producen las fábricas. Las fábricas no tienen en cuenta si contaminan a la hora de decidir cuánto producen pero eso perjudica a la naturaleza y a las personas que viven en su entorno que, sin participar en la decisión, la sufren.

Acerca de Gonzalo García Abad

Licenciado en Economía con amplio interés en la Fiscalidad, la Contabilidad, las Finanzas y el Derecho.
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