Los factores de producción


En esta entrada pretendo contribuir a aclarar un concepto que se usa constantemente en Economía: los factores de producción o simplemente factores, así como escribir sobre los principales factores de producción: el trabajo y el cpaital.

Los factores de producción son los recursos que se emplean para producir. Son aquello que se emplea en la producción. Podríamos decir que dos de las cuestiones más relevantes en torno a la producción son cómo producir y con qué producir. La respuesta a esta segunda pregunta la dan los factores de producción. La respuesta a la primera pregunta, la del cómo, es a través de lo que en economía se denomina tecnología. Una tecnología es una forma de transformar esos factores de producción en productos. Para entenderlo mejor se puede hacer una comparación con la cocina, que no deja de ser una actividad de producción. En la cocina los factores de producción serían los ingredientes, los cocineros, el local donde se realiza la actividad, la energía para calentar los alimentos, los utensilios de cocina, los distintos tipos de máquinas y electrodomésticos y cualquier otro recurso que se necesite para cocinar. ¿Cuál sería la tecnología? Sería la forma de llevar a cabo el proceso de transformación de esos factores de producción en un producto, en comida, lo que en definitiva es una receta de cocina, la receta de cocina sería la tecnología.

¿Y qué se necesita para producir? Pues se pueden necesitar muchas cosas. Se pueden necesitar materias primas, energía, diversos tipos de recursos naturales, trabajo, capital, etc. La distinción clásica distinguía fundamentalmente la tierra (lo que hoy quizá se podría denominar de una forma más amplia como recursos naturales), trabajo y capital. Hablemos un poco más de estos dos últimos.

El capital

Por capital se entiende en economía los bienes producidos que, en lugar de dedicarse directamente a la satisfacción de los deseos o necesidades humanas en forma de consumo, se destinan a producir nuevos bienes con los que poder obtener esa satisfacción. El ejemplo típico es el de la maquinaria industrial, que no nos proporciona ninguna satisfacción directa, sino a través de los productos que se fabrican empleando maquinaria. Pero el capital no es solamente maquinaria. Los edificios en los que se desarrollan actividades de producción también son capital. Podrían ser destinados a  satisfacer las necesidades de vivienda directamente, o cualquier otra actividad de consumo. Sin embargo, esa producción favorece tener más recursos con los que realizar nueva producción. Otros ejemplos de bienes que, una vez producidos, se utilizan para la producción en lugar de para el consumo son el utillaje o los muebles y elementos de transporte que se destinan a una actividad económica. Se pueden poner muchos ejemplos.

Por cierto, lo que en el lenguaje común se entiende por tecnología, aparatos modernos, son capital en la medida en que no se destinen al consumo sino a la producción de nuevos bienes y servicios.

Conviene no confundir este significado de la palabra capital con otro que se usa mucho en el lenguaje común, el de capital como dinero. Para evitar la confusión, se emplea el término capital físico para referirse al factor de producción y capital financiero para referirse al dinero.

El trabajo 

El trabajo supone la aplicación de la actividad humana a la producción. Esta actividad puede ser de diverso tipo, como actividad física o actividad intelectual. Pero, ¿esta actividad está completamente desligada del capital? No, en absoluto. Una primera razón es que el fruto que produce esa actividad, es decir, la producción de bienes o servicios es tanto mayor cuanto más dotado esté el trabajador de capital. Por  ejemplo, un agricultor puede cultivar mayores superficies, y obtener mayor producción, si dispone de un tractor que si no dispone de él. También se da la relación inversa, es decir, con más disponibilidad de trabajadores se puede dar más y mejor uso al capital.

La segunda razón es que el producto de la actividad humana depende de lo que podríamos denominar calidad del trabajo. Se habla de un concepto intermedio, el capital humano. El capital humano supone la dedicación de bienes y servicios producidos no a la satisfacción directa de los deseos o necesidades humanas, sino a hacer más productivo al trabajador. Así, por ejemplo, no sólo consumimos servicios sanitarios para obtener la satisfacción directa de encontrarnos con mejor salud, sino también para desarrollar mejor nuestra actividad productiva, nuestro trabajo. Un trabajador más sano tiene mejores capacidades físicas e intelectuales, por lo que puede producir más. Otro ejemplo es la educación, donde no todo son satisfacciones directas, sino también indirectamente, ya que un trabajador más formado puede ser capaz de desarrollar más actividades y de desarrollarlas mejor. Igualmente pasa con múltiples experiencias. Todas ellas tienen en común con el capital la renuncia a satisfacer directamente los deseos y necesidades humanas con los bienes y servicios producidos, y de la obtención  indirecta de esa satisfacción, a través de la contribución a una mayor producción de bienes y servicios en el futuro. Y tienen en común con el trabajo que lo hacen a través de la actividad humana, mejorando el rendimiento del trabajo.

Acerca de Gonzalo García Abad

Licenciado en Economía con amplio interés en la Fiscalidad, la Contabilidad, las Finanzas y el Derecho.
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