¿Qué es un activo?


En una primera aproximación, los activos de la empresa son los bienes y derechos de la empresa, los que utiliza para producir. En cierto modo, es una buena aproximación, pero la contabilidad ha desarrollado una definición más concreta, que es la que delimita cuando esos bienes y derechos que utiliza la empresa para producir son susceptibles de aparecer en su contabilidad.

 En España, la definición de activo que contiene el Plan General de Contabilidad en su marco conceptual es la siguiente:

» bienes, derechos y otros recursos controlados económicamente por la empresa, resultantes de sucesos pasados, de los que se espera que la empresa obtenga beneficios o rendimientos económicos en el futuro.»

Varias son las cuestiones que suscita esta definición. Se trata de bienes, derechos y otros recursos. Es decir, los activos no se circunscriben a los bienes que son propiedad de la empresa, sino que la empresa puede utilizarlos en virtud de cualquier otro derecho diferente. Por ejemplo un bien que ha sido arrendado a la empresa con opción de compra puede ser un activo de la empresa arrendataria, y no de la arrendadora, si se han transmitido sustancialmente todos los riegos y beneficios a la arrendataria.

Una cuestión importante es que los activos deben ser controlados por la empresa. Que duda cabe que, por ejemplo, la adecuada formación del personal o una buena cartera de clientes proceden de los esfuerzos pasados de la empresa y serán fuente de beneficios para el futuro. Sin embargo, difícilmente podrá decir la empresa que controla a sus clientes o a los empleados, por lo cual no podrán considerarse como activos. Fundamentalmente, la principal fuente de control son derechos exigibles ante los  jueces y tribunales.

Deben provenir de sucesos pasados. Ello, por ejemplo, supone que la mera intención de adquirir un activo no implica que sea contabilizado, lo será cuando se adquiera. Del mismo modo, si por ejemplo tenemos la expectativa de tener derecho a cobrar una indemnización después de un juicio incierto tampoco ese hipotético derecho de cobro se contabiliza como un activo. El activo surgirá cuando haya pasado esa incertidumbre.

Debe esperarse que la empresa vaya a obtener beneficios o rendimientos económicos en el futuro. Entre otras cosas, ello tiene una implicación muy importante, como es que un activo ha de ser dado de baja si ya no se espera obtener de él más beneficios o rendimientos económicos.

Por último, es importante señalar que los activos deben reconocerse en el balance cuando sea probable la obtención a partir de los mismos de beneficios o rendimientos económicos para la empresa en el futuro, y siempre que se puedan valorar con fiabilidad.

Acerca de Gonzalo García Abad

Licenciado en Economía con amplio interés en la Fiscalidad, la Contabilidad, las Finanzas y el Derecho.
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