Un preocupación importante que ha surgido últimamente en España es si la participación de representantes de los sindicatos en los consejos de administración de las cajas de ahorros ha sido positiva o negativa. Yo me quiero centrar en cómo han podido influir en la política de riesgos de las cajas de ahorros, y su influencia sobre los trabajadores.
La decisión sobre los riesgos en las cajas de ahorros
Una preocupación primordial en cualquier entidad financiera debe ser la decisión de qué riesgos se pueden asumir. Lógicamente habrá quien tenga una mayor aversión y habrá quien tenga una mayor propensión al riesgo. Lógicamente, un factor que influye de una manera fundamental en el riesgo de una entidad financiera es la decisión de qué proyectos merecen la financiación de la entidad.
En los órganos de gobierno de una caja de ahorros pueden estar representados distintos colectivos. Dependiendo de los países las proporciones pueden variar, pero suelen estar representados los impositores, representantes políticos y los sindicatos. Incluso puede haber una representación de entidades representativas de intereses colectivos. El grupo de los impositores suele tener una participación más pasiva en la administración de las cajas de ahorros, propiciada por el elevado número de impositores y por su falta de organización. Por ello es clave en la administración de las cajas de ahorros la participación de los representantes políticos y sindicales.
¿Cuál debería ser la posición ante el riesgo de los sindicatos?
Teóricamente, a la hora de decidir una toma de posición sobre un asunto que pueda afectar al riesgo de la caja de ahorros, los sindicatos deben sopesar los beneficios y costes para los trabjadores de la caja de ahorros. Los beneficios de una posición más propensa al riesgo pueden ser que, si las cosas salen bien, puede haber una mejora de las condiciones de los trbajadores, por ejemplo por el cobro de unas mayores primas por incentivos. Pero los riesgos de tomar posiciones demasiado arriesgadas pueden ser grandes, ya que de ir las cosas mal la posición en la que se puedan encontrar los trabajadores puede ser muy precaria. De hecho, por desgracia, lo que ha sucedido en España ha sido esto último, la situación de muchas cajas ha sido muy mala y muchos trabajadores han sido despedidos. Lo habitual, precisamente por ello, es que en la mayoría de países la participación de los sindicatos en la administración de las cajas de ahorros conduzca a una menor asunción de riesgos.
¿Han contribuido los sindicatos a la disminución del riesgo en las cajas de ahorros?
Creo que, al menos en parte, no ha sucedido eso. Una parte de los proyectos de mayor riesgo, como financiar muchísimas adquisiciones de viviendas o proyectos de empresas públicas, no han tenido el suficiente rechazo de los sindicatos de trabajadores. Incluso, en muchas ocasiones han gozado del apoyo sindical.
¿Por qué la participación de los sindicatos en las cajas no ha supuesto un freno a los riesgos?
En mi opinión, porque los sindicatos se han dejado contaminar demasiado de la política. Es muy positiva la participación política de los diversos colectivos, pero ésta no ha de hacer perder a esos colectivos su razón de ser. En este caso se consideró políticamente positivo facilitar el acceso a la vivienda mediante la concesión de muchas hipotecas, se consideró que había que facilitar la construcción de muchas segundas viviendas en determinados lugares que se consideraban muy propicios y que se debía financiar a los promotores y constructores, se consideró que había obras y empresas públicas muy interesantes de financiar. Creo que no se debió asumir tantos riesgos pero políticamente eran asumibles porque no había un rechazo del votante. El problema es que en este caso, el apoyo en unos casos, o la falta de rechazo contundente en otros casos, de los sindicatos elevó el riesgo de las cajas de ahorros en perjuicio de los trabajadores, a los que representan. Ha habido, en este caso, una contaminación política negativa para los trabajadores.