Una vez tratados los temas de qué es la incertidumbre política y de cuáles son los efectos de la incertidumbre política, me gustaría detenerme en la cuestión de si la situación política española es una situación de incertidumbre política.
En mi opinión, aunque pueda haber algunos focos de incertidumbre, no vivimos una auténtica situación de incertidumbre política por tres elementos fundamentales.
Elementos que aportan certeza a la situación política
1) Lo que haya de suceder hasta la formación del nuevo gobierno es perfectamente previsible
Las leyes no pierden vigor por el hecho de que no se haya formado gobierno, por lo que el marco jurídico no puede ser más previsible durante las próximas semanas o meses. Más allá de la formación de un nuevo gobierno, hasta no conformarse una mayoría parlamentaria no habrá cambios en ese marco. Pueden producirse cambios legislativos sin nuevo gobierno, pero serían expresivos de que se estén conformando mayorías parlamentarias, al menos para asuntos concretos.
Otro tanto sucede con el gobierno, que permanecerá en funciones hasta la formación del nuevo gobierno. Sus decisiones, dado que se encuentra en funciones y conocemos su actuación en el pasado, no pueden ser más previsibles.
2) Los resultados son suficientemente expresivos de la dificultad de cambios imprevisibles
Ni por la derecha, ni por la izquierda surgen mayorías suficientes como para tomar decisiones arriesgadas que impliquen fuertes rechazos. Eso supone que podemos predecir que los cambios que hayan de producirse en España han de tener un apoyo suficiente. Eso nos da una idea de por dónde pueden ir los cambios. Podemos pensar en decisiones que defiende la derecha y no generan un rechazo radical en la izquierda o decisiones que defiende la izquierda y no generan un rechazo radical en la derecha.
Existe un pequeño atisbo de incertidumbre, el que puede propiciar la repetición de las elecciones. De repetirse las elecciones, los equilibrios podrían ser otros, inesperables en este momento. Es cierto que podemos tener unas expectativas sobre quién resultaría favorecido o perjudicado, pero no sabemos hasta qué punto pueden ser acertadas ni lo que pueda suceder en el tiempo que hubiese de transcurrir antes de las nuevas elecciones. Pero, de momento, es muy pronto para hablar de nuevas elecciones.
3) Los marcos constitucional y comunitario aportan estabilidad y certidumbre
Las posibles orientaciones de la política española habrán de caber dentro de la Constitución, o al menos dentro del marco de apoyo suficiente para su reforma, lo que nos aporta certidumbre sobre la situación política.
Los cambios que se puedan producir en la Constitución, si es que se producen, deberán entrar en el ámbito del consenso. Aquí se podría abrir otra fuente de incertidumbre política, la que podrían propiciar las recíprocas concesiones que unos partidos políticos hiciesen a los otros. Pero, en todo caso, conocemos la orientación de cada formación y podemos figurarnos por donde podrían llegar esas concesiones.
El marco comunitario establecido por los tratados, los reglamentos, las directivas, las decisiones, la actuación de cada una de las instituciones comunitarias dibuja otra línea de previsibilidad.
Existen dos fuentes de incertidumbre
1) La situación política catalana
Si bien sabemos el marco en el que nos movemos, también sabemos que nos encontramos ante un desafío a dicho marco. No sabemos aún hasta dónde llegará ese desafío. En todo caso, sabemos que existe una falta de apoyo suficiente al desafío y que existe una diversidad de posiciones dentro de los partidarios del desafío.
2) ¿Por dónde vendrán los futuros recortes?
Nuestros socios comunitarios nos reclaman mayor rigor en nuestro grado de cumplimiento de los compromisos de estabilidad presupuestaria. La incertidumbre surge en la respuesta del futuro gobierno.
Si se produce un acuerdo entre el PSOE y Podemos, no sabemos cuál podría ser la respuesta del futuro gobierno y, en particular, si ese gobierno dará el paso de cuestionar los acuerdos de estabilidad presupuestaria, y cuál sería la reacción europea en ese caso.
En todo caso, los futuros recortes serían de una cuantía mucho menor a los que se produjeron en el pasado, lo que da un mayor margen, tanto en pequeños matices en su cuantía como en su composición.
Consideración final
En ocasiones, la incertidumbre política es un elemento necesario. Existe un marco que hay que cambiar y no se sabe por dónde, lo que hace imprevisibles las consecuencias del cambio. La incertidumbre política sería el precio que hay que pagar por el cambio.
Sin embargo, en mi opinión personal, ni los desafíos a la unidad de España, ni los desafíos a la estabilidad presupuestaria son ejemplos de desafíos que puedan aportar beneficios en el futuro.
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