La Edad Media, la Edad Moderna y las bases del crecimiento económico


 Existe un viejo cuento, más historieta que Historia, que señala que el ser humano vivió muchos años en la más absoluta de las oscuridades, en los que apenas avanzó. Esa época sería la Edad Media. Tras la Edad Media llegó una época de transición, la Edad Moderna, con el Renacimiento primero y después el Barroco, hubo un movimiento reformista y contrarreformista en la Iglesia y se desarrolló el racionalismo y el empirismo en la Filosofía, nacieron la Mecánica Clásica y el Análisis Matemático y, por fin, hacia finales del siglo XVIII y particularmente a comienzos del XIX una revolución, la Revolución Industrial, cambió el mundo para siempre produciendo una época de gran desarrollo material, particularmente en un grupo de países de cabeza, a la misma vez que se producían importantes cambios políticos.

Bueno, hay una parte, la última parte de la historia que se acerca bastante a lo que es la Historia. A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX se comienza a materializar un largo proceso en un grupo de países más avanzados, llegan resultados de importante crecimiento económico. Lo que es injusto es el trato de menosprecio a la Edad Media, y en alguna medida también a la Edad Moderna. En la Edad Media y en la Edad Moderna se produjeron avances calve que sentaron algunas de las bases más importantes del crecimiento económico de la época posterior.

El comercio fue el gran motor de cambios. En ese sentido, se facilitó mucho el comercio por varios factores. Uno de esos factores fueron las ferias. En las ferias, comerciantes de distintos lugares, en ocasiones muy lejanos, se podían poner en contacto. Para que el aumento del comercio a largas distancias fuese posible fue muy importante el desarrollo de la navegación, que pasó de la navegación a remos a la navegación a vela. Los comerciantes crearon sus propias normas, surge así el Derecho Mercantil. En ese sentido era muy importante el desarrollo de sistemas para pagar. Nacieron títulos valores como la letra de cambio o la carta de crédito. También se desarrollaron cámaras donde se compensaban los pagos y los cobros durante una feria y se liquidaban las diferencias. Es muy importante el progresivo desarrollo de las diversas formas de sociedades mercantiles, que ya en la Edad Moderna culminan en las compañías privilegiadas de comercio con las Indias orientales, el embrión de las actuales sociedades anónimas. También fue muy importante el impulso que se dio al correo a través del diseño de un sistema de postas donde poder cambiar de caballo. Contribuyeron al desarrollo  de los negocios la contabilidad de partida doble, las lonjas, o la bolsa. Especial relevancia tiene el impulso de actividades que existían desde antiguo como la banca, primeramente a través de los banqueros italianos y judíos, tras complejos debates sobre el préstamo a interés. Y no sólo de la banca, sino también el desarrollo de los seguros, en especial de los seguros marítimos. En agricultura hubo importantes avances como el arado normando y las mejoras en sistemas de riego, como por ejemplo a través de la construcción de muchas acequias. Tanto en agricultura como en ganadería se fueron perfeccionando diversas variedades a través de largos procesos de selección de plantas y animales. En Arquitectura se desarrollaron sistemas para transmitir empujes laterales que permitieron alzar edificios elevados como las catedrales góticas. También se desarrolló enormemente la arquitectura defensiva, proliferando castillos y murallas. Las estructuras administrativas ganaron en complejidad, tanto las civiles como las militares. En el ámbito eclesiástico se desarrolló una amplia red de conventos, donde se transmitió una parte del conocimiento de la época. De vital importancia para el avance del conocimiento fue el impulso de las universidades en la Edad Media. Otro aspecto de gran valor fue la traducción del conocimiento de la Antigüedad a las lenguas romances, a las lenguas germánicas y otras como el árabe y el hebreo.  En la Edad Moderna comienza a despertar con fuerza el avance científico, la Mecánica Clásica será la gran aportación, de forma paralela al avance en las Matemáticas, sobre todo en el Análisis Matemático. Los gremios, aun con sus deficiencias, fueron un importante sistema de control de calidad y selección de personal, ambos aspectos clave en toda la época posterior. Y trascendental fue que en este período se ponen en contacto los cinco continentes de la Tierra.

Pero, si tantos avances y de tanta importancia hubo, ¿por qué esos avances no se materializaron en un importante crecimiento durante la Edad Media y durante la Edad Moderna? En primer lugar porque también hubo frenos al crecimiento. Lo primero que tenemos que considerar es que el objetivo prioritario de estas sociedades no era el crecimiento económico, lo era sólo subordinado a que produjese un enriquecimiento de la Corona al servicio del fortalecimiento militar. La proporción del ahorro que iba destinada a lo que hoy comprendemos como inversiones productivas era relativamente pequeña. Se destinaba una proporción importante al desarrollo militar y espiritual, a través de la financiación de los ejércitos, de las armadas, de las fortificaciones, de castillos, de iglesias, de conventos, etc. Había factores externos que propiciaban la pérdida de recursos como las epidemias (las de peste causaron muchos muertos), las variaciones del clima o las catástrofes naturales y la recuperación en economías no orientadas al crecimiento no fue siempre una labor sencilla. Especial importancia tiene la evolución de la tecnología militar. Cuando crece con mayor vigor la tecnología defensiva llegan épocas tendentes a la paz, pero la llegada de tecnologías ofensivas importantes como, por poner un ejemplo, la alabarda propicia la llegada de muchas guerras. Las guerras producen destrucción de recursos (tanto humanos como materiales),  desvío de una parte importante del ahorro hacia la guerra y deterioro grave del entorno necesario para disfrutar de las ventajas del comercio. Otro aspecto muy importante es que, de manera particular durante la Edad Moderna, hubo una propensión a limitar al máximo las importaciones que dificultó mucho el comercio  También es muy importante tener en cuenta que además de avances también hubo resistencias al avance. Por poner un solo ejemplo, costó mucho la aceptación del préstamo a interés.

Pero, en segundo lugar, hay que tener en cuenta que el crecimiento económico es un proceso complejo. No todo es acumulación de recursos, una parte importante del crecimiento económico se basa en nuevas formas de organizarse. Pero las nuevas formas de organización suelen necesitar poner unos avances en conexión con los otros. Pongamos un ejemplo. De nada sirve que la navegación favorezca el comercio con el país que está al otro lado del mar si no hay un avance en la estabilidad de las relaciones, como sería el caso de una guerra que impidiese el comercio. Tampoco unas relaciones estables son garantía de comercio si se carece de cauces para el transporte de las mercancías. ¿Eso significa que avances como la estabilidad en las relaciones internacionales o los avances en la navegación carezcan de importancia? En absoluto, todos los avances son importantes. Uno de los aspectos más complejos del crecimiento económico es el de cómo unos avances ejercen de palanca para que los otros puedan dar frutos. En muchas ocasiones no es que falten avances, sino que falta una chispa que, al poner en conexión unos avances con otros, dispare el proceso de crecimiento, que propicie mejores formas de hacer las cosas.

Son muchas las enseñanzas con valor en la actualidad que podemos extraer de los avances de la Edad Media y de la Edad Moderna que propiciaron la llegada de crecimiento económico en la época siguiente, pero eso lo dejaremos para otra entrada.

Acerca de Gonzalo García Abad

Licenciado en Economía con amplio interés en la Fiscalidad, la Contabilidad, las Finanzas y el Derecho.
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