La producción agraria solamente puede crecer por dos vías, mediante el crecimiento del empleo o mediante el crecimiento de la productividad aparente del trabajo. Pero, ¿cómo puede crecer la productividad aparente del trabajo en la agricultura?
La productividad aparente del trabajo es el resultado de dividir la producción entre el empleo. Si multiplicamos y dividimos por la extensión de tierra, llegaremos a la conclusión de que la productividad aparente del trabajo es el producto de dos factores: la cantidad de tierra por trabajador (resultado de dividir la cantidad de tierra entre el número de trabajadores) y la productividad de la tierra (resultado de dividir la producción agraria entre la superficie de tierra). Analicemos cómo se puede producir el incremento de la productividad aparente del trabajo en la agricultura por cada una de estas dos vías, dejando para una entrada posterior las implicaciones de cada una.
El aumento de la cantidad de tierra por trabajador
Que cada trabajador pueda trabajar una cantidad mayor de tierra ha estado muy ligado a la mecanización de las labores agrarias. Tengamos presente que la maquinaria ha sido muy importante, no solamente en agricultura sino también en ganadería. Esta vía es la vía tradicional de avance en países con grandes extensiones de terreno con baja densidad de población. Un ejemplo de ello es el de los EEUU. Sin la maquinaria, hubiese sido muy complicado cultivar grandes extensiones de terreno. Pero no solamente se trata de invertir en maquinaria. En general la inversión favorece que cada trabajador puede atender mayor superficie. Las naves agrícolas y ganaderas, los elementos de transporte o determinados equipos informáticos son ejemplos de otras inversiones que ayudan a que cada agricultor o ganadero pueda trabajar mayor superficie de tierra.
Otro aspecto importante es la formación. En realidad es otra forma de inversión, inversión en capital humano. Cuanto mayores son los conocimientos que tengan los agricultores y ganaderos, más fácil les será hacerse cargo de un mayor número de tareas y serán necesarios menos agricultores o ganaderos para trabajar la misma superficie.
La innovación trae, entre otras cosas, nuevos procesos o nueva maquinaria que facilitan la labor del trabajador agrario. Frecuentemente, hacer las cosas de distinta forma es la manera de que el agricultor o el ganadero se puedan hacerse cargo de una mayor superficie.
El aumento de la productividad de la tierra
Se puede hacer que crezca el valor de la productividad de la tierra de dos formas.La primera forma es produciendo más unidades de producto por cada unidad de superficie de tierra.La segunda es incrementando el valor de la producción a través de incrementos en los precios, propiciados fundamentalmente por una mayor calidad.
La forma más habitual de que cada unidad de superficie de tierra dé mayores unidades físicas de producto es haciendo un uso más intensivo de ella. Los fertilizantes, los pesticidas, los medicamentos y otros productos químicos han tenido una influencia muy grande. En la ganadería se trataría de tener explotaciones con muchos animales en espacios físicos reducidos. Esta forma es la más utilizada en países densamente poblados, como por ejemplo Holanda.
La innovación es una fuente de crecimiento de la productividad de la tierra, lo ha sido desde el comienzo. Particular importancia ha tenido en la agricultura y en la ganadería la observación y selección de las especies e individuos más adecuados para la tierra disponible.
La otra vía de crecimiento del valor de la productividad de la tierra es la del crecimiento de los precios, de crecimiento en términos reales, por encima de la inflación. Ello se hace fundamentalmente a través de una producción agrícola o ganadera de mayor calidad. En este ámbito vuelven a tener importancia factores similares a los que incrementan la productividad de la tierra o la cantidad de tierra por trabajador como la innovación en los procesos, la selección de las mejores variedades, la realización de inversiones o la formación del personal.