Las autonomías y el desempleo


La influencia del sistema autonómico en las amplias diferencias en las tasas de desempleo entre comunidades autónomas ha venido propiciada fundamentalmente por su efecto sobre la movilidad.

La influencia del sistema autonómico en las amplias diferencias en las tasas de desempleo entre comunidades autónomas ha venido propiciada fundamentalmente por su efecto sobre la movilidad.

Una de las cosas que más llaman la atención en el desempleo español es ver las enormes diferencias que existen entre las tasas de paro de las distintas Comunidades Autónomas. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 4º trimestre de 2013, la diferencia de tasas de paro de la comunidad autónoma con mayor tasa de paro y la que tenía menor tasa de paro era de un 20,56%. En concreto, Andalucía tenía una tasa de paro del 36,32% y el País Vasco tenía un 15,76%. Más allá de la tasa de Andalucía se encontraba la ciudad autónoma de Ceuta, con un 36,82%.

¿Por qué existen diferencias tan importantes en las tasas de paro de distintas comunidades autónomas?

Lo lógico sería pensar que, en un país con unas diferencias tan ostensibles en las tasas de desempleo en sus diferentes lugares, las fuerzas del mercado conducirían a un desplazamiento territorial de empresas y trabajadores que aminoraría, con el paso del tiempo, esas diferencias.

Por un lado, existen empresas en las que los costes laborales suponen una parte importante de sus costes. Estas empresas tendrían un incentivo a irse hacia aquellas zonas donde haya mayor abundancia de trabajadores. Esto sería así porque el coste de contratar un trabajador sería relativamente más barato en aquellas zonas donde hay mayor abundancia de trabajadores. Imaginemos una empresa de una zona con bajo paro que quiere plantearse una expansión de su negocio y desarrolla una actividad donde el mayor coste es el salarial. Lo más lógico sería pensar que esta empresa se expandiría fuera de su lugar de origen, en una zona con más paro y con unos costes salariales más reducidos. Particularmente eso sería interesante en empresas de sectores que producen bienes o servicios comercializables en lugares distintos de aquellos en los que se producen. Este es el caso de muchos bienes que produce la industria. También es el caso de algunos servicios, como por ejemplo los de atención telefónica.

Por otro lado, los trabajadores en paro de los lugares con mayor paro tienen un incentivo a emigrar. La probabilidad de encontrar un trabajo será menor en su lugar de origen que en otros lugares con menor tasa de desempleo.

Pero eso no es exactamente lo que sucede en España. Es menos frecuente de lo que cabría esperar el movimiento de empresas entre las distintas Comunidades Autónomas. También los movimientos migratorios en España han variado mucho desde el último cuarto del siglo XX. En sendas entradas trataré de exponer las razones de por qué el sistema autonómico, entre otros factores, ha influido en la reducción de los movimientos de empresas y en la variación de las migraciones interiores de trabajadores.

Además de esas dos causas fundamentales existen otras, quizá menos importantes pero que también han tenido su influencia.Una de las causas es la extensión de las competencias normativas de las comunidades. La Constitución estableció que, excluyendo las competencias que la propia Constitución atribuye al Estado, las comunidades autónomas podían adquirir, a través de los Estatutos cualquier otra competencia; el resto de competencias no asumidas por las comunidades son del Estado. Entre esas competencias hay un buen número de competencias normativas que afectan a la actividad empresarial. En algunos casos, esas competencias, al producir normativas diferentes pueden llegar a fragmentar los mercados. Cuanto más pequeño sea un mercado menos empresas habrá, lo que incrementa la capacidad de las empresas para influir en los precios. Cuando las empresas tienen capacidad para influir en los precios los precios son más altos, con lo que las cantidades intercambiadas en los mercados son  menores, lo que conduce a una menor contratación de trabajadores.

Otro factor que ha podido tener su influencia es que la existencia de comunidades autónomas puede influir sobre el gasto público. La influencia es ambigua. Las comunidades autónomas pueden a llevar a gastar menos, con el mismo nivel de prestación de servicios, porque la proximidad a los destinatarios puede hacer que se gaste mejor el dinero. Por otro lado, la existencia de comunidades implica también una estructura con más órganos políticos, lo que tiene su coste.Un posible incremento del gasto público que no se traduzca en más y mejores servicios a los ciudadanos sería negativo para el empleo. Lo sería porque, para el mismo nivel de prestación de servicios públicos, al haber más gasto público se incrementarían los tipos de interés. Se incrementan los tipos de interés porque lo hacen los de la deuda pública, y con los de la deuda pública todos los demás. Pero ese incremento de los tipos de interés conlleva menor inversión empresarial y, con la menor inversión, una disminución en la contratación de trabajadores.

¿Sería buena una mayor movilidad para los ciudadanos de las comunidades autónomas con menos paro?

Una pregunta que puede surgir es la de si una mayor movilidad es buena para los ciudadanos de las comunidades con menor tasa de desempleo. En mi opinión, es positiva por varias razones. En primer lugar porque las empresas que marchan solamente lo harán para buscar mejores posibilidades. Por un lado ello implica que, aunque haya inversiones que no se harían en su comunidad, esas inversiones estarían fundamentalmente ligadas a proyectos no suficientemente rentables.  Por supuesto, se seguiría invirtiendo en la comunidad de origen cuando ello es lo más rentable.

Por otro lado la diversificación geográfica puede ser buena para muchas empresas. Un ejemplo de ello se ha visto últimamente en la banca. Los bancos con actividad en más lugares diferentes han sufrido menos la influencia de la crisis en España. Ante una crisis en la comunidad de origen los mejores resultados en otra comunidad pueden ser el salvavidas de la empresa, evitando la pérdida de muchos puestos de trabajo.

Otra ventaja para los habitantes de las comunidades con menos paro es que a las empresas de otras comunidades también les puede resultar interesante invertir en su comunidad, lo que generaría empleo en su comunidad.

Además, las inversiones en otras comunidades con más desempleo pueden generar beneficios que podrían retornar a la comunidad de origen en forma de dividendos, porque los inversores son originarios de la comunidad con menos desempleo.

La llegada de inmigrantes también puede traer muchos beneficios. Para las empresas locales uno de los beneficios puede ser la reducción de salarios. Eso que, en principio,  puede parecer muy negativo para los trabajadores locales no tiene por qué ser exactamente así. La reducción de salarios produce una reducción de precios, lo que mejora la competitividad nacional e internacional. La mejora de la competitividad puede ser clave en el mantenimiento y en la creación de empleo.

Por otro lado, los trabajadores también son consumidores que se ven beneficiados por la reducción de precios, que les permite acceder a bienes y servicios que, de otro modo, le serían inaccesibles. Se han visto últimamente ejemplos de ello con la llegada de inmigrantes a España en sectores como la construcción, la ayuda a las personas dependientes o la hostelería. Sin la llegada de más trabajadores, en este caso extranjeros, los costes laborales hubiesen sido más altos, lo que hubiese producido precios más elevados. Si los precios hubiesen sido suficientemente elevados, muchas personas no hubiesen podido acceder a estos bienes y servicios.

Pero más allá de los beneficios para la comunidad con menos paro, la movilidad podría beneficiar a la comunidad con más paro, que vería reducida su tasa de desempleo. Desde el punto de vista distributivo parece más justa una solución que permitiese disminuir el desempleo en las comunidades autónomas con mayor tasa de paro.

La conclusión es que el sistema autonómico no ha sido gestionado correctamente, si lo que se pretende es reducir el desempleo. La razón fundamental, aunque existan otras, es que no ha sabido favorecer la movilidad entre comunidades autónomas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen otros objetivos en la creación de las comunidades autónomas.

 

 

 

Acerca de Gonzalo García Abad

Licenciado en Economía con amplio interés en la Fiscalidad, la Contabilidad, las Finanzas y el Derecho.
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