La escasa movilidad de capitales entre Comunidades Autónomas


En esta entrada analizo las causas de una movilidad de capitales entre comunidades menor de lo que cabría esperar para un país con diferencias tan acusadas en las tasas de paro de las distintas comunidades.

En otra entrada explicaba  la relación entre el sistema autonómico y el desempleo y explicaba que una de las causas de las acusadas diferencias entre las tasas de paro de unas comunidades y otras es el escaso movimiento de capitales entre comunidades, al menos para lo que cabría esperar. Una parte de las causas de ese movimiento tan escaso se debe a causas ajenas al propio funcionamiento del sistema autonómico. Otra parte de las causas están íntimamente ligadas a la configuración que tiene el sistema autonómico.

Causas relacionadas con el sistema autonómico

El sistema  autonómico ha promovido diversos incentivos a que las empresas no se marchen de una comunidad a otra. Por una lado, hay que tener en cuenta la gran proliferación de empresas públicas autonómicas que, por su propia naturaleza de autonómicas, no suelen plantear posibilidades de expansión fuera de su comunidad.

 Otra causa es el miedo a perder subvenciones por parte de la comunidad de origen. Muchas subvenciones se conceden precisamente con el compromiso de permanencia en la Comunidad Autónoma. Otras, incluso, se vinculan a que las empresas produzcan productos que tienen una venta difícil fuera de esa comunidad; por ejemplo los ligados a las costumbres del lugar o a especificidades de la zona.

 En otras ocasiones la Administración de esa comunidad es uno de los principales clientes y está en condiciones de amenazar a la empresa con dejar de contratar si traslada una parte de sus inversiones a otra comunidad.

En algunos proyectos el capital riesgo es fundamental. El capital riesgo es una forma de financiar proyectos que pueden resultar interesantes participando la sociedad de capital riesgo como socio hasta que el proyecto madure lo suficiente como para que la sociedad de capital riesgo se desprenda de las acciones. Las sociedades de capital riesgo españolas son habitualmente  dependientes de las comunidades autónomas.

En algunos otros proyectos se buscan avales, y una forma de conseguirlo es a través de unas sociedades denominadas sociedades de garantía recíproca que en su mayoría también dependen de las comunidades autónomas.

No hay que olvidar la influencia que han tenido en las cajas de ahorros, aunque se haya aminorado un poco con el traspaso de su patrimonio a los bancos que se han creado.  Ha habido una influencia indirecta, a través de la influencia de la política autonómica en otros órganos representados en las cajas, como los ayuntamientos. Muchas  cajas han financiado prioritariamente proyectos empresariales propios de su comunidad de origen.

Desgraciadamente, la obtención de una subvención, de un contrato con la Administración Autonómica o el acceso a determinadas condiciones de financiación se presta, en ocasiones, a la creación de clientelas políticas. Su adjudicación depende, a menudo, del conocimiento del lugar y este tipo de ventajas es complicado de obtener para empresas de fuera. Una empresa de fuera, por interesante que sea su proyecto, lo tiene complicado si quier competir con empresas locales fuertemente apoyadas. Además las empresas pueden perder las ventajas que disfruten en su comunidad de origen.

Las comunidades, algunas veces, compiten entre sí, intentando ganar inversiones. Eso, en principio, no tiene porque ser malo. Lo consustancial a la autonomía es poder tomar decisiones propias que pueden diferir de las de las otras autonomías, e incluso competir con las que tomen otras comunidades. En la práctica los efectos negativos se producen cuando el mayor interés es simplemente frenar la movilidad.

Factores que no dependen de la configuración del sistema autonómico

Aunque no existiesen trabas a la movilidad relacionadas con el sistema autonómico, existirían otras barreras a la movilidad. El aprendizaje mediante la práctica es una de ellas. Consiste en que los costes de las empresas se van reduciendo a medida que van produciendo. A medida que se va adquiriendo práctica se va siendo más eficiente, se utilizan menos recursos, las cosas se van haciendo mejor. Una empresa que se plantee trasladar parte de su producción a otro lugar tiene que tener presente que, al inicio, los costes serán más altos. Si las cantidades que se puedan producir en esa localización alternativa no son lo suficientemente elevadas nunca se tendrá la práctica que ya se tiene en la localización de origen.Por lo tanto, los menores salarios no son una plena garantía de menores costes.

Otra razón es que, si lo que se plantea no es una expansión de la empresa sino un traslado que implique cierre de parte de la actividad en el lugar de origen, hay que tener en cuenta los costes de la liquidación. Cuando la empresa quiera  vender, por ejemplo, los locales puede incurrir, en determinados casos, en pérdidas.

También se puede dar la circunstancia de que en la comunidad en la que la tasa de paro sea más elevada los salarios estén más elevados de lo normal, por ejemplo por los salarios mínimos. Aunque la existencia de desempleo es una fuerza que empuja los salarios hacia su disminución puede haber otras que los mantienen elevados. Esos salarios más elevados de lo normal merman el incentivo a marchar a las comunidades con más paro.

Acerca de Gonzalo García Abad

Licenciado en Economía con amplio interés en la Fiscalidad, la Contabilidad, las Finanzas y el Derecho.
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2 respuestas a La escasa movilidad de capitales entre Comunidades Autónomas

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