Parte del desempleo español tiene causas estructurales, algunas con profundas razones políticas, tales como la articulación territorial. el acceso a las profesiones y oficios o el funcionamiento de los agentes sociales y la negociación colectiva.
A mi modo de ver las cosas, el problema del desempleo es el mayor que hay en España. Digo que «a mi modo de ver las cosas» porque entiendo que está íntimamente relacionado con otros problemas cuya solución, en ocasiones, supone un incremento del desempleo. Entiendo que una parte importante depende de la crisis. Pero existe otra parte del desempleo español que es estructural. Aunque existen otras causas, creo que son tres las principales causas: la dificultad de acceso a determinadas profesiones y oficios, las dificultades en la articulación territorial de España y los problemas relacionados con los agentes sociales y con los convenios colectivos.
La dificultad de acceso a determinadas profesiones y oficios
Un problema importante es el de la regulación del acceso a determinadas profesiones y oficios. Muchas veces el acceso a una determinada profesión o a un determinado oficio requiere exámenes, requisitos o pagos por licencias que, en alguna cierta medida, se antojan excesivos. En muchos casos, sin merma de la calidad de los servicios, podría incrementarse el empleo si se relajasen algo los requisitos, pero podría perjudicar a los trabajadores que ya se encuentran en el sector.
En España existen muchas profesiones para las que existen fuertes barreras a la entrada. Una cuestión que llama mucho la atención es la gran cantidad de graduados universitarios que existen en este país. Sin embargo, existen muchos graduados en titulaciones poco demandadas.
La relación entre la articulación territorial de España y el desempleo
El sistema autonómico ha tenido un cierto fracaso a la hora de promover la movilidad de los trabajadores entre comunidades autónomas. La movilidad de los trabajadores se ve mermada. Se conceden subsidios o se crean empresas públicas autonómicas para favorecer que la gente no emigre; se dificulta el traslado de expedientes en servicios como la educación, la sanidad o la dependencia; en algunos casos se han fomentado barreas lingüísticas y culturales; en otros hay importantes diferencias en normas que afectan al ámbito profesional; hay pequeñas barreras a la movilidad de los funcionarios.
Otro problema es la relación entre el sistema autonómico y la movilidad de las empresas. Las subvenciones, las sociedades autonómicas de garantía recíproca o de capital riesgo, o la financiación de las cajas de ahorros de los proyectos locales son algunos ejemplos de políticas que favorecen a los empresarios locales.
Los problemas relacionados con los agentes sociales y la negociación colectiva
Una de las cosas que más llama la atención de la negociación colectiva en España, y en otros países, es una cierta falta de participación de los trabajadores y empresarios en la actividad sindical y de las organizaciones empresariales.
En el caso de los sindicatos, los mayoritarios han hecho mucho hincapié en la defensa de los puestos de trabajo y de las condiciones de trabajo de los trabajadores con mayor antigüedad en la empresa. Si bien es cierto que en este ámbito ha habido importantes logros para los sindicatos, el éxito no ha sido el mismo en el caso de los trabajadores con menor antigüedad o con peores condiciones laborales. Queda mucho por avanzar en el fenómeno conocido como dualidad en los mercados de trabajo, es decir, la convivencia de un grupo de trabajadores con muy buenas condiciones con otro grupo con condiciones muy precarias. De hecho, existen muchos trabajadores con la sensación de que la actividad sindical se centra en reclamaciones que preocupan más a otros grupos de trabajadores, pero no a ellos. Particularmente, existen trabajadores que se encuentran en una situación muy vulnerable; si se establecen las mejoras en determinadas condiciones que reclaman los sindicatos, muchos trabajadores disfrutarán esa mejora, pero ellos se quedarán sin empleo.
En las organizaciones empresariales sucede un problema semejante. No siempre los objetivos de las empresas son coincidentes. Un ejemplo de ello es el comercio, donde coexisten empresas grandes y empresas pequeñas con intereses muy diferentes.
Pingback: ¿El principal problema de los españoles es el paro? | Argumentos económicos